La crisis institucional que atraviesa el Club El Porvenir ha escalado hasta convertirse en un caso de relevancia nacional. En el epicentro de la disputa se encuentran acusaciones cruzadas entre el intendente de Lanús, Julián Álvarez, y la Comisión Directiva del club, encabezada por Enrique Jorge Merelas. El conflicto ha alcanzado tal magnitud que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tomó una decisión drástica: la suspensión de la afiliación de El Porvenir.
Esta medida extrema responde a la prohibición expresa de la FIFA sobre la intervención gubernamental en los clubes de fútbol, un principio que AFA busca preservar para evitar sanciones internacionales. Sin embargo, el trasfondo del caso es mucho más complejo y plantea interrogantes sobre el papel del Estado en la regulación de las instituciones deportivas, así como sobre la transparencia y autonomía de los clubes.
La Denuncia que Desató el Conflicto
El 19 de diciembre de 2024, el intendente de Lanús, Julián Álvarez, presentó una denuncia ante la Dirección Provincial de Personas Jurídicas (DPPJ) solicitando la intervención del Club El Porvenir. Según Álvarez, la medida estaba respaldada por una serie de irregularidades denunciadas por vecinos, hinchas y socios del club, entre ellas:
1. Eliminación arbitraria de socios vitalicios.
2. Irregularidades administrativas y contables.
3. Conflictos en asambleas previas, con antecedentes en 2012, 2016 y 2022.
4. Agresiones y censura a periodistas partidarios.
5. Falta de transparencia en el proceso de reempadronamiento de socios.
6. Discrepancias en el padrón de socios, con números inconsistentes en los registros oficiales.
7. Acusaciones de que el club se ha transformado en una “fuente de recaudación” con fines ajenos a su misión social, deportiva y comunitaria.
La denuncia no solo generó revuelo en la comunidad deportiva de Gerli, sino que también marcó el inicio de un enfrentamiento judicial e institucional que continúa sin una resolución definitiva.
La Respuesta del Club y la Escalada del Conflicto
El 26 de diciembre de 2024, el Club El Porvenir fue notificado formalmente de la denuncia. En respuesta, la Comisión Directiva presentó un descargo ante la DPPJ, argumentando que:
– El intendente no tiene legitimidad para intervenir en la vida interna del club.
– Se han cumplido anualmente todas las normativas requeridas para la documentación societaria.
– La autonomía del club está protegida por su Estatuto Social, que regula los procesos de admisión y reempadronamiento de socios.
– La denuncia constituye un abuso de poder por parte de Álvarez, quien se estaría extralimitando en sus funciones.
Lejos de apaciguar el conflicto, la respuesta del club dio pie a una nueva ofensiva judicial. El 6 de enero de 2025, Enrique Jorge Merelas presentó una denuncia penal contra Julián Álvarez ante el Juzgado N° 3, acusándolo de:
– Abuso de autoridad.
– Violación de secretos y privacidad.
– Calumnias e injurias.
– Violencia institucional.
– Discriminación.
Uno de los puntos clave de la denuncia es la presunta extralimitación del intendente en sus funciones, ya que, según Merelas, los municipios no tienen competencia para intervenir en asociaciones civiles como los clubes de fútbol. Además, el presidente de El Porvenir denunció que el club ha sido excluido sistemáticamente del programa gubernamental “Clubes en Marcha” desde 2024, lo que considera un acto discriminatorio.
La Respuesta de la AFA y el Riesgo de Sanciones Internacionales*
El conflicto llegó a su punto álgido cuando la Asociación del Fútbol Argentino decidió suspender la afiliación de El Porvenir. La medida, anunciada por Claudio “Chiqui” Tapia durante la reunión de la Mesa de la Primera C, fue respaldada por la dirigencia de la categoría y tuvo como fundamento la prohibición de la intervención gubernamental en los clubes.
Este principio es una norma inquebrantable en el fútbol mundial. La FIFA ha sido tajante en múltiples ocasiones sobre la necesidad de que los gobiernos se mantengan al margen de la gestión interna de los clubes y federaciones, con el argumento de que la autonomía deportiva es un pilar fundamental del fútbol.
AFA ya había aplicado una medida similar recientemente contra la Liga Sanluiseña de Fútbol, luego de una investigación sobre desvío de fondos que involucró a la Secretaría de Deportes de la anterior gestión en San Luis. En ese caso, la FIFA respaldó la postura de AFA, lo que sentó un precedente que ahora pesa sobre El Porvenir.
La suspensión de la afiliación implica que el club no podrá participar en competencias oficiales hasta que cese la intervención política. No obstante, la medida es ad-referéndum del Comité Ejecutivo y la Asamblea de AFA, lo que significa que aún podría revertirse si se logra una solución al conflicto.
Un Caso que Reaviva el Debate Sobre Política y Fútbol
El caso de El Porvenir pone en el centro de la escena un viejo debate: ¿cuál debe ser el rol del Estado en la fiscalización de los clubes? Si bien es cierto que las instituciones deportivas deben regirse por normativas claras y cumplir con sus obligaciones legales, también es innegable que la autonomía de los clubes es un principio fundamental que FIFA y AFA defienden a capa y espada.
Por un lado, el intendente Álvarez argumenta que su intervención responde a denuncias concretas sobre irregularidades y falta de transparencia en la gestión de Merelas. Por otro lado, el club sostiene que se trata de una maniobra política para debilitar su conducción y que la injerencia del gobierno local es una violación de su autonomía institucional.
Mientras la justicia analiza las denuncias y AFA mantiene en suspenso la afiliación del club, el futuro de El Porvenir es incierto. La posibilidad de que el equipo quede al margen de las competiciones oficiales representa un golpe durísimo para sus socios, hinchas y jugadores, quienes hoy ven cómo una disputa de poder pone en jaque el destino de su club.
## *¿Qué Pasará con El Porvenir?*
La solución del conflicto dependerá de varios factores:
1. *La postura de AFA*: Si considera que la intervención gubernamental cesa, podría dar marcha atrás con la suspensión.
2. *Las resoluciones judiciales*: Tanto la denuncia del intendente como la contradenuncia del club están en manos de la justicia.
3. *El impacto político*: La presión de los socios, hinchas y dirigentes del fútbol podría influir en la resolución del conflicto.
Lo que es seguro es que el caso de El Porvenir marcará un antes y un después en la relación entre política y fútbol en Argentina. Más allá de quién tenga la razón, lo que está en juego no es solo la continuidad de un club histórico, sino también el respeto por las normas que rigen el fútbol nacional e internacional.
Mientras tanto, el club de Gerli sigue luchando por su futuro, en una batalla donde el desenlace aún es incierto.
